Camino de Santiago

Ruta de la Plata – V .Sanabresa

Foto: Emilio Fraile / Europa Press

Podría relatar muchísimas situaciones donde los cazadores obramos mal, así como la Administración o asociaciones de animalistas y ecologistas. Pero creo que hay que ser más constructivos, por lo que animo a unos y a otros a realizar un proyecto en común donde los beneficiados sean los animales, no los votos, ni las personas.

Como bien sabéis se ha quemado este verano una gran parte de nuestro patrimonio Europeo, la Sierra de la Culebra. Después de ver cómo se critican unos a otros: que si la Administración no ayuda ni da el dinero suficiente, que si los ecologistas dicen que nadie aparece a echar una mano de verdad, que si los cazadores alimentan para luego matar… Todo criticas pero cada uno rema por su lado.

Yo he podido ver que la administración ha puesto fondos y realizado obras para ayudar a esos animales y ganaderos afectados; y los cazadores hemos repartido mucho alimento y los ecologistas desde su perspectiva han aportado tanto como los demás.

Pero a mí me quedan dos preguntas en el tintero: ¿alguien sabe las especies que ahí había antes del desastroso incendio?, ¿qué ha pasado y cómo se puede volver a recuperar ese ecosistema?

Resumiendo, hay una causa común que son los animales, otra el deber de las administraciones públicas de establecer un entorno regulado donde puedan convivir asociaciones tanto de cazadores como de ecologistas.

Desde esta tribuna hago un llamamiento a la Administración, la que más fuerza y poder de convocatoria posee y que se realice un comisión de desarrollo sobre una zona devastada, la Reserva Nacional de Caza de la Sierra de la Culebra, en la que hay que empezar de cero y a la que nos debemos unir imperiosamente el resto.

Basándome en mi experiencia, deben habilitarse también unos técnicos conocedores del terreno a pie de campo, en contacto directo con nuestro paisanaje, que realicen un informe donde tanto la población de animales salvajes como domésticos así como la agricultura y lo forestal se encuentren regulados para que no haya una sobrepoblación de especies.

A mi me gustaría y me comprometería encantado como presidente de la Asociación de Cazadores de San Salvador de Palazuelo a lo siguiente:

Censar todas las especies que habitan mi termino, pero cuando digo todas es todas, insectos, anfibios, mustélidos, rapaces y plantas incluidas.

Analizar la capacidad de este territorio para mantener una adecuada densidad tanto de animales salvajes como domésticos y plantas.

– Dejar hacer a la naturaleza y aprender de sus equilibrios.

– Recuperar acuíferos, charcas y fuentes pérdidas durante los últimos 30-40 años

Deberíamos hacer una reflexión sobre esta tragedia ocurrida en la que se nos ha quemado uno de los pulmones más importantes de Europa. Hagamos de esta desgracia un proyecto donde todos pongamos de nuestra parte y aportemos un granito que se convierta en una gran cosecha.

La solución pasa por reflexionar y conseguir así que nuestro pulmón cada vez sea más fuerte y sostenible. Tenemos los medios. Pongámonos en marcha y cada uno desde nuestro campo no dejemos que todo esto se quede en nada y cuando queramos reaccionar no haya vuelta atrás. Todos somos responsables, el no hacer nada, no es la solución.

 Abel Burgo

Por Abel Burgo